domingo, 21 de junio de 2015

Formato RAW.

Antes de comenzar hablar del formato RAW, se dará una breve explicación de la cámara digital; esta cuando realiza un disparo, el sensor de imagen (ya sea de tipo CCD o CMOS), recoge la cantidad de luz que llega a cada uno de sus componentes. Esto se lee como un voltaje de un nivel determinado. Los circuitos de conversión de analógico a digital de la cámara transforman esta señal de voltaje analógica en un valor digital.

Según la electrónica de que disponga la máquina, se graban en forma de grupos de 12 o 14 bits. Si la cámara graba datos de 12 bits, eso quiere decir, por ejemplo, que cada píxel se puede registrar como 4.096 niveles diferentes de intensidad; mientras que si lo hace en 14 bits podrá registrar hasta 16.384 valores distintos por cada píxel. Hasta la actualidad no hay chips sensores que sean capaces de registrar datos de 16 bits reales.

Obviamente, lo que ocurra después de haber hecho el disparo depende de que se haya decidido guardar en la tarjeta de memoria las imágenes así grabadas como ficheros RAW o JPEG. Si al hacer la imagen elegiste que la cámara la guardara como JPEG, su programación la convirtió a 8 bits por canal y sólo te quedaron 256 niveles de intensidad con los que trabajar.

El formato RAW es muy eficaz, está disponible en cámaras semi-profesionales y cámaras profesionales de gama alta. Este fue diseñado con la finalidad de guardar toda la información que el sensor de una cámara digital capturó al momento de la toma. A diferencia del formato JPG, el archivo RAW no sufre por la compresión con perdida y tampoco se modifica por el procesamiento que el aparato pueda provocar.

Posteriormente a la toma, podemos compensar la exposición posteriormente, desde un editor adecuado, así como seleccionar el balance de blancos, modificar la temperatura de la luz, ajustar la nitidez, ajustar brillo y contraste, etc., dando finalmente salida al archivo en otro formato que deseemos sin pérdida alguna de calidad en la imagen.

Sin embargo una gran desventaja de esta herramienta es que ocupa mucho más que las imágenes en JPG, por ejemplo, con lo que tendremos archivos de control preciso a costa de reducir la capacidad de nuestra tarjeta de almacenamiento. Además, tarda más en escribir el archivo en la tarjeta de memoria de la cámara.  

También otro inconveniente de este formato es que no posee un archivo de imagen en sí mismo, es necesario disponer de un software adicional para poder ver su contenido, aunque este software es muy fácil de conseguir. Además no se puede imprimir directamente desde la cámara sin realizar antes un post-procesado, es decir, solo sirve de lectura y los cambios realizados se almacenan en otro archivo más conveniente para la impresión.

A pesar de que dicho formato es poco famoso y presenta varios inconvenientes, en fotografía, este formato es una herramienta aliada, ofrece flexibilidad al que toma la fotografía ya que se puede ajustar posteriormente el balance de blancos, exposición, entre otros, ideal cuando surge una fotografía inesperada. Estas imágenes son guardadas en forma comprimida y sin pérdida de calidad, es decir, posee un mayor rango dinámico y más calidad en comparación con otros formatos.

Hoy en día, existe una gama cada vez más amplia de productos capaces de manejar ficheros RAW. Entre ellos, están:

  • Microsoft RAW Image Thumbnailer and Viewer for Windows XP
  • Picasa
  • Adobe Photoshop CS or CS2
  • RawShooter Premium
  • ACD See
  • Portfolio Extensis 8
  • iView Media Pro
  • BreezeBrowser Pro
  • Adobe Lightroom
  • Capture One
  • IrfanView
  • DXO Optics Pro
  • Picture Window Pro
  • El software específico que acompañe a la cámara.

En la actualidad, algunas cámaras pueden guardar imágenes en RAW y JPEG simultáneamente y, para muchos fotógrafos, eso es una solución ideal. Proporciona una imagen lista para su uso inmediato y deja disponible un fichero RAW para un procesado posterior más a fondo. El único contratiempo de este doble formateo es el espacio extra que esto requiere en las tarjetas de memoria. Se debe considerar que casi cualquier cámara digital dispara siempre en modo RAW y que si elegimos guardar la imagen como JPEG estamos encargando una conversión desde RAW a JPEG al programa incorporado en la cámara.

Finalmente el uso de este  formato dependerá en gran medida del fotógrafo, y de las capturas que desee realizar, este dispondrá de las herramientas y de acuerdo a la situación del momento y utilizando sus criterios en base al conocimiento tomara la mejor decisión a la hora de realizar sus fotos.

Bibliografía.

El formato RAW como sacarle todo el jugo. http://elsmoments.es/mediapool/80/801833/data/Format_RAW.pdf

Qué son las imágenes RAW | Imagen digital. http://www.gusgsm.com/imagen_raw

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