El termino Gestalt es un sustantivo de la
lengua alemana (por lo que siempre debe escribirse en mayúscula), aunque ha
sido traducido como forma o configuración, suele utilizarse sin traducción ya
que no cuenta con un equivalente exacto en el idioma español. Esta teoría constituye,
sin lugar a dudas, un caso paradigmático dentro de las teorías del aprendizaje.
Mientras los sujetos del conductismo aprenden de modo asociativo, los de la
Gestalt lo hacen por “insight”.
En los presupuestos de esta teoría el sujeto
en su interacción con el medio se orienta en función de lo que observa/percibe
de la situación total y de las relaciones que descubre entre las partes y el
todo. De igual manera, la mente del sujeto es concebida como un campo
cognitivo/significativo total organizado y reestructurado permanentemente por
la percepción.
A pesar de ser una teoría muy criticada, sus
aportes generaron una nueva visión de la manera de concebir el aprendizaje.
La escuela de la Gestalt surge en los inicios del siglo XX en el contexto de la psicología, encabezada por los psicólogos alemanes Köhler, Koffka y Werthelmer (Pozo, 2010). Esta escuela
sostiene que la mente se encarga de configurar, mediante diversos principios,
todos aquellos elementos que se pasan a formar parte de ella gracias a la
acción de la percepción o al acervo de la memoria. Para la psicología de la
Gestalt, el todo nunca es igual a la sumatoria de sus diversas partes, sino que
es algo diferente.
Los psicólogos de la Gestalt expresan que
buena parte del aprendizaje humano es por insight, o comprensión súbita, esto
significa que el paso de la ignorancia al conocimiento ocurre de forma
repentina. Este punto de vista es muy contrario al paradigma conductista, que
plantea el aprendizaje por asociación.
En esta teoría se concibe que el sujeto
aprende no sólo del éxito, sino reinterpretando sus fracasos. Un ejemplo
señalado por Pozo (2010), explica este punto de vista al tomar como ejemplo los
trabajos de Galileo: “Galileo descubrió la ley de la inercia cuando se dio
cuenta de que el reposo y el movimiento rectilíneo constante eran dos
situaciones estructuralmente equivalentes. De esta forma, reorganizó
completamente la estructura conceptual de la mecánica, al interpretar el reposo
como un caso de velocidad constante”
Los principios o leyes anunciadas por la doctrina Gestalt:
Principio general de figura y fondo.
Figura,
es un elemento que existe en un espacio o “campo” destacándose en su
interrelación con otros elementos.
Fondo, es todo lo que no es figura. Es la zona del campo que contiene elementos
interrelacionados que no son centro de atención. El fondo sostiene y enmarca a
la figura y, por su contraste menor, tiende a ser desapercibido u omitido.
Generalmente el ojo humano suele percibir la
figura y dejar de lado el fondo, por la anatomía que esta presenta. El conjunto
figura-fondo constituye una totalidad o gestalt. Esto significa que no existe
figura sin un fondo que la sustente (aunque el fondo justamente esté
constituido por un espacio vacío, ese vacío es un soporte de la figura pues
existe percepción del mismo.
Ley general de la buena forma (Prägnanz ó
Pregnancia).
Los
elementos son organizados en figuras lo más simples que sea posible, (simétricas,
regulares y estables). Esta ley se basa en la observación de que el cerebro
intenta organizar los elementos percibidos de la mejor forma posible, (simple)
esto incluye el sentido de perspectiva, volumen, profundidad etc.
El cerebro humano también tiene cierta
preferencias por intentar construir algo desorganizado brindado una continuidad
o formando imágenes cerradas.
Las leyes particulares son:
Ley del cierre o de la completud.
Las
formas cerradas y acabadas son más estables. Tendemos a cerrar y a completar
con la imaginación las partes faltantes. Las formas abiertas o inconclusas
provocan incomodidad y por lo que existe una tendencia a completar con la
imaginación aquello que falta.
Ley del contraste.
La posición relativa de los diferentes
elementos incide sobre la atribución de cualidades (como ser el tamaño) de los
mismos. Percibimos diferencias. Sin contraste no hay percepción. Si el papel es
blanco y la tinta blanca no podré percibir. En el terreno de lo psíquico esta
ley se utiliza comparar situaciones y contextos. En este sentido aunque los
valores absolutos (medidas) se mantienen, el compararla con otra puede hacer
que una situación cobre un valor diferente.
Ley de la proximidad.
Los elementos tienen a agruparse con los que
se encuentran a menor distancia. Tendemos a considerar como "un todo"
a aquellos elementos que están más próximos. Suponemos que las personas que
conviven, por ejemplo. La percepción de las profundidades es un proceso más complejo
que la percepción plana, por ejemplo, los puntos que se ven cerca podrían no
ser los más próximos si no estuvieran en el mismo plano de la pantalla.
Ley de la similaridad.
Los elementos que son similares tienen a ser
agrupados. El cerebro humano tiende a ver como parte de un mismo conjunto o
bloque y se pueden separar claramente del resto. En el terreno psíquico
intentamos crear "mapas" que nos orienten en un mundo que desconocemos
agrupando a veces individuos, situaciones, objetos o hechos por sus rasgos semejantes.
Ley de la continuidad.
Los elementos son conectados a través de
líneas imaginarias en lugar de ver puntos o grupos de puntos. Esta ley se
manifiesta en la tendencia a unir elementos separados a fin de crear formas
continuas. Como en la ley de cierre, se completan las partes faltantes. Esto se
corresponde con el acto de completar las partes que no vemos en las historias.
Ley del movimiento común o destino común.
Los elementos que se desplazan en la misma
dirección tienden a ser vistos como un grupo o conjunto. Esta ley se basa en
las tendencias a agrupar a las personas o eventos por un rasgo común como
sucede en el caso de la similaridad. Los movimientos comunes e n lo psíquico
definen rasgos de homologación entre caracteres, la diferencia es que estos
rasgos se relacionan con el hacer (moverse) más que con el ser como en la
similaridad.
Sin embargo, las Leyes de la Gestalt no actúan
de modo independiente, aunque se las enuncie por separado; actúan
simultáneamente y se influencian mutuamente creando resultados, en ocasiones
difíciles de diferenciar. Estas leyes se ajustan también a las variables tiempo
y espacio (variables subjetivas) y son sensibles al aprendizaje por lo que
podemos entrenarnos para percibir más allá de las mismas.
Bibliográfia.